UN PLANETITA LLAMADO PER-KÉ
En un tiempo no muy lejano, había un planetita llamado
Per-ké donde habitaban niños de diferentes razas, lenguas y religiones. Eran niños pequeños de entre los 5 a los 11años de edad. Se dedicaban a convivir, a jugar, a resolver acertijos, los gustaba tratar de descifrar los juegos de mesa; su lema era: “la risa todo lo cura”, su comunicación principal eran las risas.
Todos ellos tenían un consejero principal llamado Lor-ká a quien pedían respuestas a sus múltiples preguntas. Lor-ká era un androide que le dieron la encomienda de cuidar y de aprender de estos niños.
Un día estando en la reunión de los viernes, uno de los niños más pequeños llamado Guios se atrevió a preguntar en voz alta: - Lor-ká, ¿somos los únicos en el universo?- en ese momento todos silenciaron y esperaron la respuesta de Lor-ká.
-Muy buena pregunta Guios, ¿por qué te inquieta saber si somos los únicos en el universo?- pregunto Lor-ká muy interesado.
-Porque nuestro planetita es pequeño igual que nosotros, y yo pienso que debe haber otro planeta más grande con personas más grandes- dijo Guios muy inspirado.
-Muy bien Guios, tu reflexión es muy buena, y respondiendo a tu pregunta, sí, no somos los únicos en el universo, pues sería muy egoísta, ¿no creen?
-Entonces, sí hay otros planetas- dijo afanosamente otro niño llamado Kir-sha
-claro que hay otros planetas- respondió Lor-ká
-¿Y por qué no los conocemos?- dijo Guios con cierta preocupación.
-¡Ahh! Es por la siguiente razón. Les contaré: hace algún tiempo todos estos planetas, incluso el nuestro estaban juntos en uno solo, un planeta llamado Uni-ké, pero tristemente un grupo de personas llamados adultos fue separando a los demás , al grado de que los todos les temían; el grupo de la flora y fauna, el grupo mineral y por supuesto los niños y los ancianos. Estos adultos alguna vez fueron niños como ustedes, pero un día crecieron y se volvieron serios, egoístas, destructores, peleoneros y caprichosos. Entonces los altos consejeros de cada uno de estos grupos de Uni-ké, al darse cuenta de la presencia del caos decidieron separarlos en distintos planetas, uno por grupo, para que los adultos no siguieran destruyendo a los demás hasta que estos estuvieran rehabilitados, por tanto nada crecerá hasta que esto se cumpla.
-Entonces cuando crezcamos, seremos como ellos?- preguntaron al unísono.
- ¿Ustedes creen que serán como ellos?- preguntó Lor-ká
-¡Yo no seré así!- dijo Guios con voz certera
- yo no- ni yo- yo tampoco…… - fueron contestando cada uno
-Es por eso que están aquí, para que aprendan a ser limpios y puros de pensamiento de pensamiento, acciones y sentimientos, y aprendan a ser tolerantes y respetuosos de los demás.
- Pero, ¿algún día conoceremos a esos adultos?- pregunto Kir-sha.
-Muy pronto, muy pronto- respondió Lor-ká muy seguro.
- Yo quiero mandarle un mensaje a los adultos, ¿se podrá?- dijo Guios.
-Claro que se puede, ¿qué les quieres decir?- dijo Lor-ká
-Les quiero decir que todos somos importantes, que debemos convivir juntos otra vez respetando el espacio de cada grupo, y que se apuren a ser buenos otra vez como cuando eran niños, porque yo, ya los quiero conocer.
Y todos los demás niños decidieron también mandar se mensaje con la esperanza de que Uni-ké se integre otra vez.
FIN
CYRA
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